Debacle de los Falcons
Se consuma otro fiasco en Atlanta.
La última desgracia en Atlanta no tiene nombre.
Una ciudad acostumbrada a los fiascos en el deporte se encaminaba placenteramente a su primer campeonato del Super Bowl. Le ganaban a Tom Brady y a los todopoderosos Patriots de Nueva Inglaterra por 25 puntos.
¡VEINTICINCO!
Los preparativos de los festejos en Atlanta estaban en marcha ante la certeza de que al fin iban a olvidarse de tantos fracasos deportivos.
Pero como una cruel broma del destino, sufrieron el mayor desplome de todos. Uno que los marcará por mucho, mucho tiempo.
"Estoy como anestesiado", dijo el safety de los Falcons Ricardo Allen. "No sé cómo reaccionar. Me siento roto por dentro, porque no somos así. Estoy como anestesiado ante el golpe. Es terrible. De las peores sensaciones que he vivido. No soy alguien que tiende a olvidar rápido. Lo más seguro es que nunca lo olvidaré. Siempre me perseguirá".
Los Falcons fueron víctimas de una sensacional remontada orquestada por Brady, quien con un par de touchdowns y otro par de conversaciones de dos puntos forzó el primer tiempo extra en la historia del Super Bowl.
A partir de ese momento, todo fue una mera formalidad.
Los Patriots obtuvieron el derecho de recibir el balón. Tenía que ser así. Y avanzaron con el balón de punta a punta hasta conseguir el touchdown que les dio el campeonato.
El resultado final: Nueva Inglaterra 34, Atlanta 28.
Brady será recordado por una actuación fuera de serie, en la que completó 43 de 62 pases para 466 yardas, plusmarcas en un partido del Super Bowl que fácilmente deber ser considerado entre los mejores de la historia.
Eso no sirve de consuelo para los Falcons.
"Esto es un golpe muy duro para todos en el vestuario", comentó el entrenador Dan Quinn. "No se puede explicar el efecto anímico para nosotros. Pero estoy orgulloso de la garra que tienen, de la fraternidad que este grupo consiguió y que está más fuerte que nunca".
En Atlanta, esta debacle se suma a una lista que incluye el 6-0 que los Bravos dilapidaron en el cuarto partido de la Serie Mundial de béisbol en 1996; la oportunidad que tuvieron los Hawks de eliminar a Larry Bird y los Celtics de Boston en los playoffs de la NBA en 1988; y Danny White llevando a los Cowboys de Dallas a una remontada de 10 puntos en el último cuarto para vencer a los Falcons en un juego de playoff en 1981.
Pero la decepción por esta derrota no tiene punto de comparación.
Durante los primeros dos cuarto y medio en Houston, los Falcons derrocharon jerarquía, sin pista alguna de inquietud por los antecedentes negativos de los equipos de la ciudad. Rumbo al último cuarto, seguían al frente 28-0. Los Patriots descontaron con un gol de campo en el inicio de ese periodo, pero Atlanta ganaba con un cómodo margen.
Hasta que se produjo la jugada que inclinó todo a favor de Nueva Inglaterra.
El quarterback Matt Ryan, el Jugador Más Valioso de la temporada regular, dio unos pasos atrás para soltar un pase. Pero fue embestido por Dont'a Hightower justo cuando el brazo hacía el movimiento hacia al frente, y el balón quedó a la deriva. Los Patriots recuperaron el ovoide en la 25 de Atlanta.
Fue el único balón suelto de los Falcons en toda la postemporada.
"Tuvimos oportunidades para completar jugadas", dijo Ryan. "Nos quedamos cortos en un par y cometimos unos cuantos errores. Y cuando juegas ante un equipo con la calidad que tiene Nueva Inglaterra, esos errores nos pasaron factura".
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.