Viruta y Capulina: la historia de una amistad sin final felíz

Marco Antonio Campos Contreras y Gaspar Henaine Pérez, mejor conocidos como Viruta y Capulina respectivamente, fueron una de las parejas cómicas más famosas en el mundo del entretenimiento, sin embargo, su amistad no terminó bien, ya que al final no se hablaban e incluso uno de ellos pidió que a su funeral, no dejaran pasar al otro.

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Juntos, Viruta y Capulina participaron en al menos 40 películas cómicas, donde por lo general, las ocurrencias de Capulina, causaban los regaños de Viruta, con lo que hacían reír a chicos y grandes, únicamente haciendo uso del humor blanco, mismo que los llevó a ser reconocidos por nunca usar groserías o doble sentido en sus chistes.

Juntos alcanzaron gran fama con sus programas humorísticos, donde se golpeaban y se daban pastelazos, sin embargo, un día les pidieron dejar de darse pastelazos y su audiencia comenzó a disminuir, pero en ese justo momento, surgió la oportunidad para ambos, de trabajar cada quien por su cuenta, sin embargo, fue justamente esto lo que ocasionó la ruptura de la amistad que existía entre Viruta y Capulina. 

"Nos dijo el director que no quería que lo del pastelazo se hiciera famosos, por lo que dejamos de hacerlo y fue entonces cuando vinieron a contratarme para que trabajara en una película (...) fue cuando mi compadre me pregunto, ¿ya vas a trabajar solo, qué va a pasar?, después terminamos discutiendo", narró Capulina en una entrevista.

"Entonces nos ofrecieron programas individuales y al inicio eran 13 programas a cada quien, pero el de Viruta solo llegó a 9 programas y lo cancelaron pero el mío siguió. Entonces yo les dije que quería el presupuesto de Viruta y que no quería solo 13 programas, sino un año y si me lo dieron. Fue entonces cuando mi compadre, lógicamente, tiene toda la razón, se enojó", explicó Capulina.

En 1996 finalmente se dio la ruptura, pero para 1967 tras unos años separados, Viruta y Capulina estaban pensando en reunirse, ya que trabajando por su cuenta no les estaba yendo del todo bien. Entonces, ambos amigos se dieron cuenta que se extrañaban y que laboralmente se hacían falta, por lo que platicaron y juntos realizaron en 1967, la película "Un par de roba chicos", donde trabajaron juntos nuevamente.

En una entrevista, Gaspar (Capulina), contó que "finalmente, la ruptura de su amistad no se dio ni por dinero, mujeres y por ningún pleito, sino por un golpe de suerte que molestó a Viruta, al grado de retirarle su amistad y dejarle de hablar (...) incluso el resentimiento de Viruta fue tan grande que cuando falleció su esposa, no le permitieron la entrada al velorio a doña María Elena, quien era esposa de Capulina, ya que cuando Elena llegó a la capilla, Viruta se enojó mucho y le pidió toscamente que se retirara, incluso aventó las flores y prácticamente la sacó del lugar".

Para Capulina, esto significó el final definitivo de su amistad, lo que "fue para el algo doloroso, realmente doloroso (...) algo que lo lastimó mucho, aunque el quería hablarle cuando lo encontraba".

Entonces cuando Marco Antonio falleció mientras le realizaban una operación del corazón, el 19 de febrero de 1996, Gaspar tenía un problema de ácido úrico, por lo que no le fue posible asistir al funeral de su compadre para despedirse como debe ser.

"Por cuestiones de salud no pude ir, pero quizá fue lo mejor que pude hacer, porque mi compañero artístico de dos décadas, dejo indicaciones para que no me dejaran entrar al velorio", narró Capulina en una entrevista posterior.

Hasta la fecha, sin chistes blancos y la frase "No lo sé, puede ser, a lo mejor, quién sabe, tal vez", es una de sus frases más recordadas, así como las muecas graciosas que hacía, que le daban ese aspecto y humor infantil que gustaba tanto a niños y adultos.

IH luna