Niño de dos años vence al cáncer y toca la campana de la victoria
El menor fue sometido a un tratamiento de quimioterapia en el centro médico Ronald Reagan UCLA, en Los Ángeles, California.
Los padres de Noah Eyo descubrieron en febrero pasado que su hijo de dos años tenía cáncer de hígado. El niño que todavía era amamantado fue llevado a un chequeo normal de rutina sin saber que saldría con el fatal diagnóstico.
A Noah le gusta jugar con sus carritos hot wheels y vive en Torrance, una ciudad del condado de Los Ángeles, Estados Unidos, junto a sus padres Nicole y David, los cuales estaban a la espera de un segundo hijo.
En cuanto descubrieron el diagnóstico de Noah, el menor fue sometido a un tratamiento de quimioterapia en el centro médico Ronald Reagan UCLA. El tratamiento le producía nauseas y terror al pequeño, mismas que eran compartidas por la madre embarazada. Además de la quimioterapia, el niño tuvo que pasar dos cirugías y un trasplante de hígado.
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La madre relató a FOX 11, una cadena de televisión de Los Ángeles, que pasó muchas noches en el hospital acompañando a su hijo que daba una intensa batalla contra el cáncer. La satisfacción más grande de Noah es que sabía que siempre al despertar encontraría a su madre junto a él. El niño pasó tanto tiempo en el hospital que para él los doctores no eran doctores sino miembros de su familia, a los que les decía tío y tía.
Superhéroe
Diversos videos del caso de Noah han trascendido en redes sociales, en ellos se puede ver al niño corriendo a gran velocidad con una capa de superhéroe en su última batalla contra el cáncer, es decir en su última sesión de quimioterapia. En otros videos se observa al pequeño tocar la campana de la victoria por haber vencido los signos de la enfermedad. Actualmente ya no recibe tratamiento.
La madre describe a su hijo como un guerrero y así le seguirá diciendo hasta que el niño tenga conciencia de la dura batalla que tuvo que afrontar.
Cabe destacar que Little Wishes fue una de las organizaciones que apoyó a la familia de Noah durante el tratamiento, esta asociación sin fines de lucro concede deseos a los niños enfermos, mientras están en el hospital. En el caso de Noah su mayor deseo era tener juguetes, con los cuales ahora podrá jugar sin la sombra del cáncer.
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