Salinas Pliego asegura que Zedillo trató quitarle TV Azteca: "me envió toda la caballería del Estado"

En su visita con el youtuber regio, Roberto Mtz, el empresario mexicano, Ricardo Salinas Pliego, recordó los primeros años de TV Azteca, cuando en pleno cambio de gobierno, el entonces presidente, Ernesto Zedillo, le habría enviado la "caballería del estado" para quitarle la televisora.

Salinas Pliego aseguró que luego de la salida de Carlos Salinas de Gortari, el sucesor en la silla presidencial se alió con Emilio Azcárraga Milmo 'El Tigre', quien tendría intereses mutuos contra la competencia. 

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"Llegando Zedillo se devaluó el peso y se peleó con Salinas y yo quedé entre las patas porque en ese momento (Zedillo) pensó que era prestanombres era Carlos Salinas, tenemos el mismo apellido pero ni lo conocía, entonces mandó toda la 'caballería del Estado' para quitarme la televisión".

El dueño de la televisora del Ajusco describió la dificultad de los primeros años en que compró la única competencia para Televisa en la mitad de la década de los noventa.

"Llegamos nosotros y primero (Emilio Azcárraga) se cagó de risa y después cuando empezamos a hacer cosquilla empezó a atacarnos muy fuerte, a grado que en el 96 se desató la famosa guerra por las televisoras".

Según el empresario, el ex presidente de México "se puso de acuerdo" con Azcárraga Milmo, quien habría estado resentido con Salinas de Gortari por privatizar la televisión a principios de los noventa.

"Azcárraga la agarró en contra mía también, empezó a decir que yo era socio de Carlos Salinas y que había ganado la concesión con chanchullos". 

La puja por TV Azteca

En lo que fue una puja anónima, en la que cada interesado pondría su propuesa económica dentro de un sobre, Salinas Pliego agregó que hipotecó los activos de Elektra para participar.

"A mí no me dieron ni madres, pagué 650 millones de dólares".

Además, añadió que la segunda propuesta, abajo de la suya, había sido de 500 mdd.

"Primero el gobierno se otorga las concesiones, se las auto otorga y dice 'tengo esta compañía que quiero vender y la pone en subasta. Nosotros ganamos la puja. A lo demás les dieron las concesiones de cajoncito y de firmita... no pagaron ni madre".

"En aquel tiempo el gobierno decidió que iba a ser a sobre cerrado, es una forma de subastar algo. A mí en lo personal yo no lo haría así. Afortunadamente, nosotros dijimos que cada sobre viniera con notario y anotara cuánto puso cada quien y ándale que yo puse 650 y el siguiente 500".

De un día para otro, describió, Salinas Pliego comenzó a trabajar de 8 am a 1 am en la televisora para que funcionara y no declararse en bancarrota.

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