Mi vocación es actuar y también me sale muy bien el pozole: Kika Édgar
Nació en Ciudad Madero, donde vivió una infancia feliz y soñaba ser veterinaria; estudió mercadotecnia y reconoce que las madres trabajadoras se parten en mil para resolver dificultades, pero es algo muy satisfactorio.
CIUDAD DE MÉXICO.- Para Sandra Érika Édgar Garza, mejor conocida como Kika Édgar, la mujer cada vez gana más espacios en el ámbito laboral, pero si también es madre, la tarea no se vuelve fácil, por eso se identifica con todas las mujeres que trabajan y además tienen hijos, pues llegan a partirse en mil pedazos y resolver grandes dificultades.
Originaria de Ciudad Madero, Tamaulipas, nunca imaginó ser actriz y cantante, pues en su niñez soñaba con ser veterinaria, pero la vida la llevó por otros caminos y terminó siendo licenciada en mercadotecnia, aunque antes de terminar la carrera estudió actuación y ahí encontró su vocación.
Recuerda su ciudad natal, donde ha vivido los mejores años de su vida, al lado de su familia, y pese a que sus padres ya no están con ella físicamente, los considera su motor.
Admite que era muy traviesa y por eso gran parte del día, afirma, se la pasaba castigada.
Cuando se encuentra en su casa, ¿qué es lo que más disfruta de sus tiempos libres?
Me gusta mucho la jardinería, antes cultivaba rosas, ahora ya no, pero tengo árboles frutales, de naranja, de limones y de mandarina. Eso ayuda a que todo el año haya frutas en mi casa.
¿Le gusta cocinar?
Sí me gusta, no me meto mucho por la cuestión del trabajo, pero me gusta; creo que soy buena y solo lo hago en eventos y fechas especiales.
¿Algún platillo en especial que disfrute hacer en su hogar?
A mi familia le gusta mucho que les haga pozole; les gusta mucho el brisket, que es un estilo de corte de carne que tarda ocho horas en cocimiento, es bastante tardado, pero es delicioso y obviamente todo lo que son mariscos, esos me los sé todos, todos los hago.
¿Algo más que haga fuera de las cámaras?
Me gustan mucho los animales, los perros, me gusta pasearlos. Tengo tres perras beagles maravillosas que me han acompañado por varios años de mi vida. Tengo una hija, preciosa y divina, ya tiene 10 años y parte de lo que soy hoy es gracias a ella; me identifico con todas las mamás, pues es una gran responsabilidad el serlo, entonces es uno de mis grandes motivos y uno de mis grandes logros en la vida.
Como madre trabajadora, sabemos que es complicado, ¿cómo mediarlo?
Es complicado, pero la verdad es que siempre las mujeres tenemos la gran cualidad de resolver todo, ¿cómo?, no sé, pero siempre tenemos esa gran cualidad de resolver todo y que todo salga bien. He tenido la gran fortuna de estar rodeada de gente que me ayuda muchísimo y obviamente con una familia muy cariñosa, que amo profundamente y las labores también se han tenido que repartir. Este es un trabajo en equipo y el ser madre que trabaja te hace partirte en 50 y es un trabajo bastante arduo y pesado, pero muy satisfactorio, bonito y gratificante.
¿Algo que recuerde de su niñez que la haya marcado?
Muchas cosas, mi infancia estuvo marcada por cosas muy bonitas; el poder andar en bicicleta por las calles, el poder patinar, yo patinaba muchísimo. Ahora ya viviendo en Ciudad de México ya cambiaron mucho las cosas.
¿Cuándo tiempo vivió en Ciudad Madero?
Muchos años, estuve en la primaria Serapio Venegas; en la secundaria y preparatoria en el Instituto Cultural de Tampico, y parte de mi carrera la terminé en Ciudad de México, la empecé aquí en el IEST.
¿Le gusta leer?
Me gusta leer sí, pero por ahora solo leo libretos, mucho libretos y es parte también de mi trabajo; guiones también porque siempre están las constantes oportunidades de hacer nuevos proyectos, entonces sí me doy a la tarea de leer bastante para ver qué tengo que escoger.
¿El juguete favorito que recuerde?
Me gustaba mucho la Barbie y el Fabuloso Fred, porque tiene qué ver con la memoria, pero también con la musicalidad, por eso me gustaba mucho.
¿Dónde jugaba en aquel entonces?
Patinaba por toda la casa, porque había ocasiones en las que no me dejaban salir porque generalmente me la pasaba castigada (carcajadas), porque era muy traviesa.
¿Siempre soñó con ser artista?
No, eso no pasaba por mi mente, nunca pasó por mi mente, aunque sí tenía esta gran inquietud por cantar.
En ese entonces, ¿qué quería ser cuando fueras grande?
Quería ser médico veterinario zootecnista.
¿Y cómo fue ese cambio a las cámaras?
Creo que cuando vas creciendo cambian los gustos. Estudié y soy licenciada en Mercadotecnia, y antes de terminar encontré la posibilidad de estudiar actuación, lo cual me motivó mucho porque fue algo que no había descubierto y no sabía podía hacerlo, y al final de cuentas encontré mi vocación.
Terminé la carrera de actuación en México y eso me ha dado la oportunidad de desempeñarme en lo que más me gusta que es la música y la actuación. Creo que la vida y la carrera me han tratado bien, no ha sido fácil, porque toda carrera conlleva sacrificios y esta no es la excepción y estoy feliz por lo que me ha ofrecido hasta el momento y porque la gente lo ha disfrutado bastante.
CIUDAD DE MÉXICO.- Para Sandra Érika Édgar Garza, mejor conocida como Kika Édgar, la mujer cada vez gana más espacios en el ámbito laboral, pero si también es madre, la tarea no se vuelve fácil, por eso se identifica con todas las mujeres que trabajan y además tienen hijos, pues llegan a partirse en mil pedazos y resolver grandes dificultades.
Originaria de Ciudad Madero, Tamaulipas, nunca imaginó ser actriz y cantante, pues en su niñez soñaba con ser veterinaria, pero la vida la llevó por otros caminos y terminó siendo licenciada en mercadotecnia, aunque antes de terminar la carrera estudió actuación y ahí encontró su vocación.
Recuerda su ciudad natal, donde ha vivido los mejores años de su vida, al lado de su familia, y pese a que sus padres ya no están con ella físicamente, los considera su motor.
Admite que era muy traviesa y por eso gran parte del día, afirma, se la pasaba castigada.
Cuando se encuentra en su casa, ¿qué es lo que más disfruta de sus tiempos libres?
Me gusta mucho la jardinería, antes cultivaba rosas, ahora ya no, pero tengo árboles frutales, de naranja, de limones y de mandarina. Eso ayuda a que todo el año haya frutas en mi casa.
¿Le gusta cocinar?
Sí me gusta, no me meto mucho por la cuestión del trabajo, pero me gusta; creo que soy buena y solo lo hago en eventos y fechas especiales.
¿Algún platillo en especial que disfrute hacer en su hogar?
A mi familia le gusta mucho que les haga pozole; les gusta mucho el brisket, que es un estilo de corte de carne que tarda ocho horas en cocimiento, es bastante tardado, pero es delicioso y obviamente todo lo que son mariscos, esos me los sé todos, todos los hago.
¿Algo más que haga fuera de las cámaras?
Me gustan mucho los animales, los perros, me gusta pasearlos. Tengo tres perras beagles maravillosas que me han acompañado por varios años de mi vida. Tengo una hija, preciosa y divina, ya tiene 10 años y parte de lo que soy hoy es gracias a ella; me identifico con todas las mamás, pues es una gran responsabilidad el serlo, entonces es uno de mis grandes motivos y uno de mis grandes logros en la vida.
Como madre trabajadora, sabemos que es complicado, ¿cómo mediarlo?
Es complicado, pero la verdad es que siempre las mujeres tenemos la gran cualidad de resolver todo, ¿cómo?, no sé, pero siempre tenemos esa gran cualidad de resolver todo y que todo salga bien. He tenido la gran fortuna de estar rodeada de gente que me ayuda muchísimo y obviamente con una familia muy cariñosa, que amo profundamente y las labores también se han tenido que repartir. Este es un trabajo en equipo y el ser madre que trabaja te hace partirte en 50 y es un trabajo bastante arduo y pesado, pero muy satisfactorio, bonito y gratificante.
¿Algo que recuerde de su niñez que la haya marcado?
Muchas cosas, mi infancia estuvo marcada por cosas muy bonitas; el poder andar en bicicleta por las calles, el poder patinar, yo patinaba muchísimo. Ahora ya viviendo en Ciudad de México ya cambiaron mucho las cosas.
¿Cuándo tiempo vivió en Ciudad Madero?
Muchos años, estuve en la primaria Serapio Venegas; en la secundaria y preparatoria en el Instituto Cultural de Tampico, y parte de mi carrera la terminé en Ciudad de México, la empecé aquí en el IEST.
¿Le gusta leer?
Me gusta leer sí, pero por ahora solo leo libretos, mucho libretos y es parte también de mi trabajo; guiones también porque siempre están las constantes oportunidades de hacer nuevos proyectos, entonces sí me doy a la tarea de leer bastante para ver qué tengo que escoger.
¿El juguete favorito que recuerde?
Me gustaba mucho la Barbie y el Fabuloso Fred, porque tiene qué ver con la memoria, pero también con la musicalidad, por eso me gustaba mucho.
¿Dónde jugaba en aquel entonces?
Patinaba por toda la casa, porque había ocasiones en las que no me dejaban salir porque generalmente me la pasaba castigada (carcajadas), porque era muy traviesa.
¿Siempre soñó con ser artista?
No, eso no pasaba por mi mente, nunca pasó por mi mente, aunque sí tenía esta gran inquietud por cantar.
En ese entonces, ¿qué quería ser cuando fueras grande?
Quería ser médico veterinario zootecnista.
¿Y cómo fue ese cambio a las cámaras?
Creo que cuando vas creciendo cambian los gustos. Estudié y soy licenciada en Mercadotecnia, y antes de terminar encontré la posibilidad de estudiar actuación, lo cual me motivó mucho porque fue algo que no había descubierto y no sabía podía hacerlo, y al final de cuentas encontré mi vocación.
Terminé la carrera de actuación en México y eso me ha dado la oportunidad de desempeñarme en lo que más me gusta que es la música y la actuación. Creo que la vida y la carrera me han tratado bien, no ha sido fácil, porque toda carrera conlleva sacrificios y esta no es la excepción y estoy feliz por lo que me ha ofrecido hasta el momento y porque la gente lo ha disfrutado bastante.
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.