El obispo Luis Martín Barraza destacó que la ciudad es un ejemplo de la llegada de personas de otros países y explicó que las parroquias están listas para recibir a los viajeros en caso de ser necesario.
Salvador Rangel Mendoza, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, dijo que muchas de las mujeres asesinadas tenían vinculos con el narcotráfico, sin embargo, aclaró que todas las vidas deben ser respetadas.