Juan comenzó a cultivar su propia hierba para fabricar productos que paliaran los dolores de personas con padecimientos y tener certeza de la calidad de lo que consume.
La Glorieta de Chilpancingo, en la colonia Hipódromo, se había convertido en el nuevo punto de reunión de activistas a favor del consumo recreativo de marihuana.
De acuerdo con la madre del niño, el tío del menor golpeaba al pequeño y lo obligaba a vender marihuana en calles de la alcaldía Magdalena Contreras, CDMX.