La presencia de grupos del crimen organizado y la lucha por el control del territorio han convertido a Guanajuato en uno de los estados más violentos del país.
Para proteger laboratorios, plantíos de drogas y a sus máximos líderes, los miembros del crimen organizado han normalizado los ataques contra las Fuerzas Armadas de México.
En videojuegos en línea, los miembros del crimen organizado buscan a jóvenes aislados para ofrecerles sueldos altos y pertenecer a un grupo; cientos de miles están en riesgo de caer.
Tres crematorios clandestinos fueron descubiertos en un rancho de Teuchitlán, Jalisco, utilizado como centro de adiestramiento del crimen organizado. Colectivos y autoridades buscan identificar restos de personas desaparecidas.