A lo largo y ancho de un salón de clases fue donde se instalaron los adornos, la comida, la flor de cempasúchil y artículos personales para honrar la memoria de quién en vida apoyó arduamente a la comunidad.
A un año de la tragedia, los afectados comentaron que la tristeza y nostalgia no desaparecerá, pues perdieron su hogar y la vida que construyeron con esfuerzo.
La flor de cempasúchil es conocida como la flor de los 20 pétalos, y se cree que su uso en los altares de Día de Muertos es una herencia de los rituales prehispánicos.