¿Qué tan poblano eres? La dulce historia del camote de Puebla
¿Sabías que los dulces típicos tuvieron su origen por el néctar de miel de las hormigas necuazcatl?
La mayoría de los dulces hechos en Puebla se elaboraban en los conventos y ahí nace la historia de los camotes poblanos, dulces típicos hechos de fruta y almíbar.
Los dulces típicos mexicanos tuvieron su origen por el néctar de miel de las hormigas necuazcatl u hormigas mieleras o juchileras debido a que ellas capturan néctar -de miel- en su interior.
La gran variedad de dulces típicos, los cuales varían en cada región, creció luego de la mezcla de costumbres, tradiciones y sabores que se combinaron entre los españoles y la cultura indígena.
La historia de los camotes hechos en Puebla
Puebla es distinguido por su exquisita oferta de cultura culinaria de dulces típicos como el camote y muchos otros, pero en esta ocasión hablaremos del camote y su historia en Puebla.
Según la historia, fue en el convento de Santa Clara en donde nació la historia de los dulces de camote poblanos. Se dice que las novicias, para burlarse de la monja encargada de la cocina, hizo la maldad de revolver con otros ingredientes un dulce que preparaba para el señor Obispo, por esta razón, con el paso del tiempo es que han sido reconocidos como Camotes de Santa Clara.
Los Camotes Santa Clara se caracterizan por estar en una caja de cartón con al rededor de 10 a 12 piezas con sabores de frutas como piña, guayaba, coco, fresa y limón.
Otra versiones cuentan que un niño se cruzó entre los camotes y un cazo, y provocó que estos cayeran en dulce, sin embargo, en la historia está escrito que la mayoría de los dulces hechos en Puebla se elaboraban en los conventos, incluso muchos de ellos se crearon en la época de la colonia.
¿Cómo se preparan los camotes poblanos?
El ingrediente rey es el camote. Para su preparación, la pulpa del camote, que tiene alto en carbohidratos, se cocina con almíbar hasta que se espesa y se le puede agregar piña para que la mezcla tenga un sabor más dulce.
Cuando la masa se enfría, se comienza a moldear con las manos para crear la forma característica del dulce; después se pone a orear y a asolear al menos por un día.
Pasado el día, el dulce se baña con almíbar y con esto se le forma encima una ligera costra de color blanca.
Los dulces de camote se pueden preparar de sabores como piña, guayaba, coco, limón o fresa, las cuales pueden adherirse a la masa o puede emplearse colorante y sabor artificial.
Ya que el dulce está listo, va a envolverse en el también típico papel encerado para luego disfrutar del gran sabor que fue creado dentro de los conventos poblanos.
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