Colectivos de búsqueda rompen cerco para entrar al rancho en Teuchitlán
Los miembros de los colectivos exigen su derecho a ingresar al lugar sin que las autoridades restrinjan su acceso.
La desesperación y la falta de respuestas han llevado a los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas a tomar acciones directas. Este 20 de marzo, familiares de víctimas irrumpieron en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, tras ser bloqueados por las autoridades, a pesar de que se les había prometido acceso.
En este lugar se han encontrado crematorios clandestinos y campos de adiestramiento del crimen organizado, lo que lo convierte en un punto clave en la crisis de desapariciones en la región.
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El acuerdo inicial indicaba que las madres buscadoras serían trasladadas en camionetas de la Fiscalía de Jalisco, pero en el último momento se les negó la entrada, lo que desató la indignación y el hartazgo de los presentes. Con un grito de lucha que se ha vuelto emblema de su causa: “¡Hijo, escucha, esta es tu lucha!”, los colectivos rompieron el cerco de seguridad y entraron al predio con la esperanza de encontrar alguna pista que los lleve a sus seres queridos.
¿Cuáles son las declaraciones de los colectivos?
Este acto de resistencia refleja la frustración acumulada ante la indiferencia y la lentitud con la que las autoridades abordan la crisis de desapariciones.
“Nos detienen de 15 a 20 minutos, no entramos a ver un museo, entramos a ver las evidencias donde tal vez estuvieron nuestros hijos. Y no se vale”, denunció una madre buscadora, refiriéndose a la manera en que se les restringe el acceso a información y pruebas clave.

Las declaraciones de las familias dejan en claro que no buscan una puesta en escena o un acto simbólico de justicia, sino respuestas concretas.
“Ellos están haciendo un museo, nosotros queríamos entrar a donde encontraron zapatos, ropa, está tapado, esto no sirve de nada”, añadió otra madre, evidenciando el distanciamiento entre las acciones oficiales y las necesidades de quienes buscan a sus desaparecidos.
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El rancho Izaguirre es ahora parte de una investigación que ha sido turnada a la Fiscalía General de la República (FGR), y el fiscal Alejandro Gertz Manero afirmó que asisitiría. Las autoridades habían anunciado que el predio sería bierto abierto a colectivos e instituciones, además de que tener transportes para su traslado. Sin embargo, la respuesta tardía no mitiga el dolor de quienes han pasado años buscando justicia sin obtener respuestas.
A pesar de la apertura oficial del predio, los colectivos ya han logrado ingresar por su cuenta, en un evento que mostró cómo la necesidad de verdad y justicia ha sobrepasado la capacidad y la disposición de las autoridades. Lo ocurrido en el rancho Izaguirre es un recordatorio de que, ante la ausencia de un verdadero compromiso del Estado, las víctimas y sus familias continuarán exigiendo respuestas, con o sin su permiso.
AM
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