El Cristo Roto, un enigmático y bello monumento de Aguascalientes

Uno de los monumentos más enigmáticos que se pueden encontrar en México, es sin duda El Cristo Roto de Aguascalientes, una escultura que no solo destaca por ser de las más grandes del país, también se caracteriza por tener una forma de bastante peculiar, la cual ha atrae la atención de miles de visitantes año con año.

Es tal su prominencia, que el Cristo Roto se alcanza a ver desde varios kilómetros de distancia, claro si te encuentras en el Pueblo Mágico de San José de Gracia; la figura parece emerger del subsuelo de la única isla que hay en la Presa Presidente Calles.

Conforme uno se acerca, a bordo de una de las lanchas que hacen de taxi colectivo entre el pueblo y la isla, la majestuosidad de la figura se vuelve más palpable y sus rasgos más definidos; y en su rostro se aprecia una improbable mezcla de dolor y serenidad, dándole un presencia un tanto inquietante a primera vista.

Aunque no hay una cruz que le sostenga, la escultura representa a Jesús crucificado, pero con una característica que le distingue en cualquier parte del mundo: le falta un brazo y una pierna, en la parte del costado derecho, de ahí su nombre como el Cristo Roto.

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¿Cuál es el origen del Cristo Roto?

La imagen de este Cristo tiene su origen en un relato escrito en Sevilla por Ramón Cué Romano, un sacerdote jesuita nacido en la ciudad de Puebla.

En esa obra literaria, un sacerdote cuenta cómo encontró al Cristo Roto en un bazar de antigüedades y cómo, a pesar de que le faltaba la pierna y el brazo derechos, desde el primer momento le llamó la atención por su forma tan peculiar y por lo que decidió comprarlo.

Después de regatear el precio, consiguió llevárselo por 800, no sin arrepentirse de haber disputado el precio del Cristo “como si se tratará de mercancía”.

Otros afirman que llegó dentro de una caja en el lomo de una mula perdida que se detuvo frente al templo. Lo cierto es que el sacerdote apenado por el estado de la imagen le dijo que lo iba a reparar, a lo que una voz le respondió tajante:

“No quiero que me restaures, soy el Cristo Roto. Quiero que al verme te duela y que te acuerdes de todas las personas que no tienen un camino”.

¿Cómo llegar a El Cristo Roto?

Debido a que el santuario se encuentra en un islote, es preciso abordar los taxis lanchas, botes que funcionan como transporte colectivo para llevar a la gente hasta donde está el Cristo Roto. También hay algunas embarcaciones que hacen paseos turísticos por la presa.

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PCQG