100mo aniversario del fin de la guerra, respiro para Macron
LENS, Francia (AP) — Un debilitado Emmanuel Macron recibirá a Donald Trump, Vladimir Putin y varios otros líderes mundiales este fin de semana en el 100mo aniversario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
El presidente francés viene de una semana dura, en la que su nivel de popularidad siguió bajando y en la que hizo un turbulento recorrido por el noreste del país, en el que escuchó muchas quejas sobre determinadas políticas.
La gira de seis días por ciudades y pueblos que figuraron entre los más golpeados por la guerra de 1914 a 1918 fue una iniciativa del propio Macron y publicitada como una visita como no se ve desde la presidencia de Charles de Gaulle.
Con escalas en viejos campos de batalla que fueron bañados de sangre y emotivos actos sobre la guerra, Macron logró uno de sus primeros objetivos: resaltar el sacrificio de los soldados y hacer nuevas advertencias sobre las divisiones y el creciente nacionalismo en Europa, dos factores que le preocupan mucho.
Pero las conmemoraciones y el mensaje que llevaba se vieron desplazados por preocupaciones más inmediatas de los ciudadanos con los que habló. En Charleville-Mezieres, donde Macron reunió a su gabinete, un jubilado cuestionó sus políticas hacia ese sector.
Y varias veces tuvo que defender las políticas de su gobierno sobre los combustibles. Los altos precios de la gasolina acaparan los titulares de la prensa. Responden mayormente al alza de los precios del petróleo. Pero el gobierno de Macron también aumentó los impuestos sobre el combustible para combatir la contaminación, enfureciendo a conductores y camioneros, que planean una protesta en la que bloquearán caminos en todo el país la semana que viene.
“Prefiero subir los impuestos al combustible que al trabajo. La gente que se queja del incremento de los precios de la gasolina son los mismos que se quejan de la contaminación y de cómo sufren sus hijos”, dijo Macron en una entrevista con diarios regionales.
Tener que responder preguntas incómodas sobre combustibles y pensiones no era lo que pensaron los colaboradores de Macron al planificar cuidadosamente la gira por algunas de las regiones que más industrias han perdido y en las que la agricultura más se ha resentido. Con tasas de desempleo y niveles de pobreza por encima del promedio nacional, abunda el descontento en el noreste de Francia, que ha pasado a ser terreno fértil para la líder nacionalista de extrema derecha Marine Le Pen, derrotada por Macron en las últimas elecciones presidenciales.
Macron, no obstante, dijo que le complacía tener la oportunidad de oír las inquietudes de la gente en forma directa.
“Hay días en que la gente está molesta”, comentó el jueves al visitar una fábrica de la casa automotriz Renault considerada un modelo de productividad. “Tengo que explicarles lo que hago a todos aquellos que están enojados, respetarlos y escucharlo. Ese es mi deber”.
El mensaje confuso que emitió Macron en su gira fue en parte culpa suya. El miércoles generó una controversia, sobre todo entre los judíos, al hablar favorablemente del desempeño en la Primera Guerra Mundial de mariscal Philippe Petain, quien colaboró con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Los problemas internos de Macron no afectarán su papel como principal organizador de la conmemoración del fin de la Primera Guerra Mundial.
De hecho, ser anfitrión de Trump, Putin y los demás líderes mundiales puede darle un respiro.
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