Cuál es la brecha salarial entre hombres y mujeres en México 2025
Uno de los principales factores que afectan la percepción económica de las mujeres es la maternidad.
Ya sea como empleada en una tienda, enfermera, doctora, jornalera o dirigiendo una empresa, la brecha de género que existe en México en materia laboral no es un mito, se trata de una realidad que viven la mayoría de las mujeres que deciden desempeñarse en un empleo formal o informal en los que la remuneración por las mismas horas de trabajo es menor que la que reciben los hombres.
Aunque parece broma, las mujeres deben trabajar por más semanas para obtener una pensión por las semanas de incapacidad al tener hijos, como si la maternidad fuera un castigo. Hasta hace unos años, por el hecho de ser mujer se tenía que estar casada para poder tener una tarjeta de crédito, un préstamo bancario o comprar una casa.
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Y por si fuera poco, el menor ingreso salarial sigue limitado en el acceso a servicios de salud como en el caso de los seguros de gastos médicos o de vida, los cuales se vuelven más costosos por el “riesgo” que conlleva asegurar a una mujer.
Brecha salarial entre mujeres y hombres
Aunque poco a poco la lucha de las mujeres se hace más evidente en materia laboral, donde se abren paso en sectores que antes eran exclusivos para hombres, la brecha salarial sigue siendo marcada.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la brecha de ingresos por género en México es de 35 por ciento; es decir, por cada 100 pesos que gana un hombre, las mujeres reciben 65 pesos en promedio.
La cifra es más marcada en la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional (ENIGH E) muestra que los ingresos de los hombres supera a los de las mujeres en todos los rangos de edad y la brecha es de 14 mil 628 pesos al trimestre.
Es decir que el ingreso promedio trimestral monetario por persona fue de 26 mil 860 pesos. Para los hombres, este monto fue de 33 mil 964 pesos; para las mujeres, de 19 mil 336 pesos.
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En todos los rangos de edad las percepciones de los hombres son mayores a los de las mujeres, en el grupo de 60 años y más, la diferencia es más, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la diferencia llegó a ser de 35 mil 479 pesos al trimestre; ya que los hombres perciben 53 mil 742 pesos en promedio y las mujeres 18 mil 263 pesos.
Entre los 40 y 49 años, la brecha fue de 15 mil 97 pesos al trimestre; de 30 a 39 años, de 13 mil 481 pesos, y de 50 a 59 años, de 13 mil 90 pesos.
Los rangos de edad que mostraron los menores ingresos fueron los de 12 a 19 años, en el que los hombres perciben 7 mil 501 pesos al trimestre y las mujeres 5 mil 85 pesos; es decir, una brecha de 2 mil 416 pesos.
Mientras que, de 20 a 29 años los hombres tienen ingresos promedio por 26 mil 151 pesos y las mujeres, 17 mil 617 pesos, equivalente a una brecha de 8 mil 534 pesos.
La maternidad se convierte en un castigo
Imagina un mundo donde ser madre sea sinónimo de crecimiento profesional y personal, pero la realidad actual dista mucho de esa meta ya que la maternidad marca un antes y un después en la vida laboral y profesional de las mujeres.
Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestran que la participación laboral de las mujeres disminuye un 38 por ciento con la llegada del primer hijo, mientras que no se registra variación entre los hombres.
Además, solo entre las mujeres se observa una reducción de horas de trabajo y un incremento en el autoempleo, muchas veces ligado a la economía informal. Esto evidencia la influencia de las normas sociales y los roles de género en las oportunidades laborales de las mujeres, especialmente después de tener hijos.
Pero también refleja no solo las expectativas de que las mujeres sean las principales cuidadoras, sino también que el trabajo doméstico no remunerado que realizan es más del doble que el de los hombres y se intensifica con la presencia de hijos.
El BID asegura que la maternidad no debe limitar el potencial profesional; al contrario, debe ser una etapa más en el camino hacia el éxito femenino, por lo que se deben implementar acciones como la promoción de una licencia parental equitativa, servicios de cuidado infantil horarios laborales flexibles para impulsar una cultura de corresponsabilidad.
KGA
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