Cuál sería el peor escenario ante una erupción del Popocatépetl
La Alerta Roja fase 2 podría traer grandes consecuencias para la sociedad en general.
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Erupción volcánica / Cenapred
El escenario de mayor riesgo y peligro para las poblaciones aledañas al volcán Popocatépetl, ubicado entre los estados de Puebla, Morelos y el Estado de México, contempla actividad eruptiva de escala extrema y grandes lahares* de efectos desastrosos a distancias mayores a los 60 kilómetros del cráter, situación que activaría la Alerta Roja Fase 2.
De acuerdo con el Plan Popocatépetl del estado de Puebla, realizado de manera conjunta entre las autoridades federales y locales, en el remoto caso de que se presente una erupción grande a muy grande, esta vendrá precedida de numerosos eventos precursores.
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Actualmente, el coloso se encuentra en Alerta Amarilla Fase 2 que significa preparación, tanto para autoridades como para pobladores. En esta fase, el coloso presenta, como hasta ahora, actividad eruptiva freática o magmática de explosividad baja a intermedia.
“En esta fase pueden esperarse explosiones leves a moderadas que lancen fragmentos en el entorno del cráter, lluvias leves a moderadas en poblaciones en el entorno y en algunas ciudades más lejanas, riesgo para la aviación posibilidad de flujos piroclásticos y de flujos de lodo que no alcancen poblaciones”.
En la Alerta Amarilla Fase 3, el coloso presentaría actividad eruptiva freática o magmática de explosividad intermedia a alta, con crecimiento importante de domos y posibilidad de expulsión de magma, explosiones importantes de intensidad creciente que lanzan fragmentos a distancias considerables, lluvias de cenizas notorias sobre poblaciones y ciudades.
“Flujos piroclásticos y flujos de lodo de mayor volumen y alcance, pero sin alcanzar a zonas habitadas riesgo para la aviación y efectos leves sobre aeropuertos”.
Ante la Alerta Amarilla Fase 3, se recomienda a las autoridades anunciar la situación y las medidas tomadas al público; preparar personal, equipos de evacuación y albergues; implementar medidas específicas en las regiones más vulnerables; poner en marcha medidas preventivas contra caída de ceniza y fragmentos y contra Lahares en las regiones; y limitar el acceso al volcán sobre una extensión mayor.
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Una evacuación de los habitantes de zonas aledañas se presentaría hasta después de que el organismo científico eleve la Alerta Volcánica a Rojo; sin embargo, la decisión final, la tomarán las autoridades federales.
La Alerta Volcánica Roja Fase 1 contempla actividad eruptiva explosiva del volcán de escala intermedia a grande y producción de columnas eruptivas de alcance estratosférico, explosiones grandes que pueden lanzar fragmentos hasta las poblaciones más cercanas.
“Flujos piroclásticos que pueden alcanzar poblaciones cercanas. Flujos de lodo que pueden alcanzar poblaciones cercanas y aun distancias mayores. Lluvias de ceniza importantes sobre poblaciones cercanas y a distancias intermedias, provocando colapsos de techos débiles, lluvias de ceniza importantes en poblaciones más lejanas y ciudades”, destaca el documento.
En el nivel de Alerta Volcánica Roja Fase 1 se establece una evacuación selectiva de poblaciones, se alienta la auto evacuación, se ponen en marcha medidas preventivas contra caídas de ceniza y fragmentos en las regiones, y a lo largo de las posibles trayectorias de flujos; y se ejecutar medidas preventivas contra lluvias de moderadas a intermedias de ceniza y oscurecimiento en zonas metropolitanas circundantes.
El escenario de mayor riesgo y peligrosidad desencadenará la Alerta Roja Fase 2 y contempla actividad eruptiva de escala grande a extrema, producción de columnas de alcance estratosférico y posibilidad de derrumbes del edificio volcánico flujos masivos piroclásticos o de escombros y grandes lahares* de efectos desastrosos hasta distancia mayores a 60 kilómetros.
Lahares:
De manera adicional, se presentarían graves daños en el entorno y vulnerabilidad alta de poblaciones en las zonas demarcadas en el mapa de peligros volcánicos, riesgo muy grave sobre la aviación hasta grandes distancias, efectos serios sobre aeropuertos, lluvias intensas de ceniza, arena y fragmentos sobre ciudades y poblaciones a distancias mayores.
Ante el panorama de mayor riesgo, el Plan Operativo Popocatépetl recomienda la evacuación de sectores más amplios, ejecución de medidas preventivas contra caídas de ceniza y fragmentos en las regiones vulnerables y contra Lahares a lo largo de las posibles trayectorias de flujos.
De manera adicional, se llama a activar medidas preventivas contra oscurecimiento y lluvias de ceniza y gravilla en zonas metropolitanas circundantes, activación de planes preventivos de protección a las comunicaciones y al abasto de agua y energía, además de la alerta general a los sistemas de navegación aérea.
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