Hombre se casa 4 veces en un mes para tener vacaciones pagadas
Este hombre decidió casarse la primera vez y divorciarse a la semana, método que realizó en tres ocasiones más para así poder disfrutar de su luna de miel por más de un mes y con días de trabajo pagados.
ESPECIAL.- El día de la boda de toda persona, es uno más importantes de la vida, sin embargo, un hombre decidió hacerlo cuatro veces en un mes, con la misma mujer, esto con el objetivo de tener vacaciones pagadas.
La ley del trabajo en Taiwán establece que una persona tiene derecho a ocho días libres y pagados, esto para que pueda disfrutar de sus primeros días de casado, por lo que este hombre se casó en cuatro ocasiones para poder disfrutar de más de 30 días renumerados.
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Medios locales menciona que para que esto fuera posible, este hombre decidió casarse la primera vez y divorciarse a la semana, método que realizó en tres ocasiones más para así poder disfrutar de su luna de miel por más de un mes y con días de trabajo pagados.
Aunque era un plan muy bueno, el banco donde trabaja comenzó a sospechar sobre sus constantes divorcios por lo que lo investigó y al descubrir lo que estaba planeando decidieron negarle los días libres pagados.
Sin embargo, la historia no termina aquí, dicho hombre decidió denunciar ante la Oficina de Trabajo de Taipei a su jefe por infringir la ley y por negarle los más de 30 días después de haberse casado cuatro veces seguidas.
La Oficina de Trabajo estuvo a favor del hombre y le pidió a la compañía donde trabaja que además de darle los días que merece, los cuales son pagados, también deben entregarle una cantidad aproximada de 500 euros.
Mujer es engañada por hombre; tenía 3 esposas, 5 prometidas y 13 hijos
Tras una relación fallida, Mary Turner Thomson, una madre con una hija de 9 meses, conoció en el año 2000 a un estadounidense que radicaba en el Reino Unido, su nombre es Will Jordan.
Cuando Mary y Will entablaron comunicación, fue de una forma hasta cierto punto sospechosa, pero no para la víctima en progreso.
El hombre, entonces de 35 años, le escribía largos correos electrónicos en los que le platicaba sobre su vida. Se vendió como un libro abierto lleno de sufrimiento y a la espera de una mujer comprensiva. Mary, también de 35, era el blanco perfecto. Ella buscaba una pareja estable y un padre para su pequeña niña.
Sin embargo, antes de darse cuenta de toda la estafa que caracterizaba a su pareja, decidió unirse en matrimonio con él en 2002. Todo bien, según ella. Will era todo un maestro del engaño.
Según este hombre, sufría debido a su infertilidad. Poco después de casados, Mary quedó embarazada y nació su segunda hija (primera en su matrimonio con Will), siendo todo atribuido a un milagro para la pareja. Años después, vino su segundo hijo.
El hombre era un esposo más, pero con un trabajo complicado que lo hacía ausentarse del hogar. Le dijo a su esposa que era un agente informático de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
“Suena descabellado pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago”, relató Mary.
Sin embargo, el engaño de la doble vida del estadounidense, cayó con una llamada telefónica de una tercera en discordia.
SE CAE EL TEATRO
En 2006 fue un año terrible para una mujer que creyó haber encontrado el amor y una familia feliz.
La llamada de una mujer acabó tajantemente con ese sueño. Al otro lado del teléfono, ella se presentó como “la esposa de Jordan”, madre de sus 5 hijos.
Mary comenzó a investigar sobre lo que parecía una doble vida de su pareja. Sin embargo, había una historia de bigamia, mentiras y hasta estafas en su contra.
“Me había estado diciendo mentiras descaradas. No solo tenía al menos seis hijos cuando lo conocí en el año 2000, sino que su mujer y la niñera estaban embarazadas de él”.
No sólo eso. Resulta que Will Jordan había falsificado su nombre para usar de forma indiscriminada varias tarjetas de crédito, al punto en que la esposa británica descubrió que acumulaba una deuda equivalente a más de millón y medio de pesos mexicanos.
En otra ocasión la convenció de darle 250 mil dólares porque, producto de su trabajo como “agente de inteligencia”, un mafioso amenazó con hacerles daño a los 3 hijos de estos. Ella aceptó.
Jordan no era un esposo abnegado y agente de la CIA. Era un delincuente sexual que había sido condenado por bígamo en Estados Unidos. Tenía cinco prometidas, dos esposas (Mary, una de ellas) y 13 hijos.
Cuando la policía ya le pisaba los talones a Jordan en su país, este le advirtió a su esposa británica, que la llamarían para alertarla, pero todo era un plan de “los malos”, no obstante, ella ya estaba enterada de su múltiple vida.
Decidió enviarlo a corte para que pagara por sus mentiras y estafa. Lo que vio en tribunales fue una figura muy distinta a la que se vendió como un hombre inseguro y desesperado por dar afecto.
“Entonces supe que era un psicópata: parecía aburrido en la corte, como si le estuvieran multando por estacionamiento. Cuando fue sentenciado no hubo un atisbo de emoción. Sus ojos estaban muertos”, aseguró Mary, quien llevó su historia a un libro que tituló The Bigamist.
De hecho, su esposo había sido condenado en territorio estadounidense por abusar sexualmente de una niña de entre nueve y 13 años en 1997.
El criminal, reincidente, fue enviado a prisión en el Reino Unido por ejercer la bigamia y por la estafa a una de sus esposas: Mary.
En 2008, la justicia británica deportó a William Allen Jordan a su país, a donde seguiría cometiendo más delitos de bigamia.
En los años siguientes, dos mujeres se comunicaron con la escritora Mary Turner Thomson, para contarle que fueron víctimas de Jordan.
Una de las estafadas era la enfermera Mischele Lewis de 36 años. Mary la ayudó a idear un plan para atrapar al hombre en una conversación que quedó grabada, en la que este reconocía haberla estafado. Meses después, la prueba fue presentada ante una corte estadounidense, logrando la condena de Will Jordan a tres años de prisión, pero en 2017 obtuvo la libertad.
En tanto, Mary escribía su segundo libro denominado The Psychopath.
La escritora contaba con nuevos antecedentes del padre de sus dos hijos, que le permitían alertar desde otra perspectiva a las mujeres, para que no fuera blanco de sujetos “psicópatas”, como Will.
“En el último recuento (Will) tenía 14 hijos. Will Jordan nunca se detendrá. Es un psicópata sin capacidad para el amor y sin conciencia. Es un depredador y ponerlo en prisión no funciona. Todo lo que puedo hacer ahora es advertir a otras mujeres sobre él”.
El nuevo libro de Mary Turner Thomson, salió a la venta el pasado 1 de marzo.
mvls
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