Las condiciones geográficas, la pobreza y la falta de servicios médicos de tercer nivel, complican que los enfermos renales puedan tratarse oportunamente.
La pobreza de las comunidades en San Pedro Itzacán, Mezcala y Agua Caliente ha acarreado desnutrición para sus habitantes, lo que los vuelve más vulnerables a los padecimientos renales.
El daño renal no se presenta en la primera y segunda generación viva; el estilo de vida y la contaminación son dos de los principales factores que lo causan.
San Pedro Itzicán, localidad de Poncitlán, en la ribera de Chapala, con tan solo 5199 habitantes, es la población con la tasa más alta del mundo de enfermos renales.
Las autoridades trabajan a marchas forzadas para restablecer el servicio ferroviario, toda vez que es la vía que lleva al puerto de Manzanillo, Colima.