Ninguno de los tiros de cohetes contra los intereses de Washington en Irak fue reivindicado, pero el gobierno estadounidense los imputa a las facciones armadas iraquíes pro-Irán.
El temor al estigma causado por creencias religiosas, costumbres y una profunda desconfianza en el sistema de salud ha sido el principal motor de la pandemia en Irak, dicen los médicos.
Tres integrantes de la coalición y dos soldados iraquíes resultaron heridos en el ataque al Campamento Taji, dijo el vocero de la coalición, Myles Caggins.
En diciembre, la base fue atacada con cohetes y ese hecho derivó en varias acciones de represalia que agravaron las tensiones entre Estados Unidos e Irán.
Al mismo comenzaban a surgir grietas entre los manifestantes y los partidarios de un hermético clérigo chií que inicialmente apoyó las protestas pero ahora busca cuadrarse con el establishment luego que las élites apoyaron como primer ministro al can