“Los traté súper bien (…) ni me agradecieron ni con propina ni con palabras (...) ¡Sin nosotros (los meseros) nadie te sirve el plato de comida, el cocinero no te lo va a llevar!", dijo la trabajadora.
Tradicionalmente se acostumbra dejar el 10 por ciento del consumo como propina; sin embargo, más que una aportación voluntaria se ha convertido en ocasiones en obligatoria en algunos establecimientos.
La historia fue contada por un mesero que aseguró que se les atendió de manera impecable y que la familia se portó descortés con los empleados del lugar.