Dueño de cantabar mantiene la esperanza de poder reabrir algún día

MONTERREY.- Los bares y cantinas son de los negocios que al día de hoy aún no reciben luz verde para poder reabrir en Nuevo León, son exactamente 365 días el tiempo transcurrido, y los ingresos para estos establecimientos apenas alcanzan para subsistir y mantener a flote a una familia completa. Tal es el caso de Pedro Sepúlveda, doctor jubilado, dueño de un cantabar establecido desde hace ya 15 años, y desde ese entonces, no había vivido una crisis como la que hoy se vive, no solo en el estado, sino también en el país y en todo el mundo, a causa del coronavirus.

Pedro cuenta que el sufrimiento de aguantar un año sin poder abrir, ha sido muy dfícil, pues se pagan rentas parciales, los servicios como el agua y la luz no paran, si bien es un consumo menor, la realidad es que no hay entrada de dinero, estos negocios todavía no reciben el visto bueno para poder operar. Ya tiene tiempo de estar con el lugar, inicialmente eran Pedro y otra persona más los que atendian regularmente, ya en fin de semana, jueves, viernes y sábados, se apoyaban con otras personas que lo tomaban como un segundo empleo, que espera que sigan con otro empleo porque sin duda estuvo muy crítica la situación, señala Pedro Sepúlveda.

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"Sergio mi trabajador de base, fueron como unos ocho meses que lo estuvimos apoyando, y luego ya le di dos meses juntos, pues para que hiciera algún capitalito y pusiera un negocio o algo porque para mi también es estar sacando dinero de la bolsa sin ningún ingreso más que lo de mi jubilación, mi pensión... pero pues si nos afecta", explicó Pedro.

Al iniicio de la pandemia este médico jubilado contempló la opción de reabrir su cantabar con el giro de restaurante, pero la inversión sería mayor frente a un  posible escenario de pérdidas

"Tienes que contratar gente de cocina, al momento de abrir pues ya tenía que pagar renta al cien porciento , tengo que pagar servicios y realmente el aforo que nos permitían era muy poco, como yo tengo las salas de billar, las sala de billar no se permiten, entonces realmente era solo una parte, que son 12 o 13 mesas al 30% o 50%, al final era muy poca la gente como para yo mantener el negocio",dijo.

"Yo creo que esto va durar un buen rato, yo creo que no va ser fácil quitarnos esto, no vamos a regresar al cien como estábamos antes, algo va quedar limitado, me da mucha trsiteza por lo que se ha dejado de hacer,  la gente viene aquí a disfutar a pasar un buen rato a gritar, bailar, a jugar billar y pue si sientes nostalgia de que en este momento no pueda hacerse , eso es lo que se siente...nostalgia, pero con la esperanza de algún día abrir", finalizó.

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