Por medio de correo electrónico y mediante las clases virtuales se convocó a los alumnos para que enviaran las fotografías de sus difuntos y al cierre se recibieron más de 60.
Son los médicos, enfermeras, personal hospitalario que perdió la vida por salvar la de otros durante los últimos meses, y que serán recordados con un altar de muertos dedicado en su honor por el Museo de Historia Mexicana.
Entre las fotos que lucieron en el altar esta la de la pequeña Ana Roberta de tres años quien hace unos días fue encontrada sin vida en un lote baldío a un costado del Arroyo Topo Chico.
El Arzobispo informó que se realizará sin la presencia de feligreses e invitó a los creyentes a colocar un altar dentro de los domicilios, ante el cierre de panteones.
La familia López Gutiérrez colocó la ofrenda en la galería de su hogar, para recordar al abuelo, la bisabuela, el tío, los padrinos y hasta el cotorro, que se adelantaron en el camino.