La señora Margarita Camarillo habitante de la colonia 20 de noviembre, mencionó que desde hace 4 años realizan esta tradición en honor a sus padres y suegros.
Comerciantes señalaron que la venta de calaveritas de dulce y otros artículos para el altar de muertos no es como en años anteriores al Covid-19, por lo que solo surtieron la mitad de la mercancía.
La tradición en el hogar de María Cresencia dicta que después de las oraciones, los vecinos comparten un pequeño convivio, en el que los platillos tradicionales no pueden faltar.
La familia Robles Lozano inicia a montar el altar desde los primeros días de octubre, para tener el tiempo suficiente de incluir todos los elementos necesarios.
En el homenaje a quienes ya partieron del mundo terrenal, también fueron incluidos los nombres de los pacientes que fallecieron durante el mes de octubre a causa del coronavirus.
Una mujer bajo la influencia del alcohol atropelló a la esposa de James Álvarez, afortunadamente su bebé sobrevivió al fatídico accidente; así la recuerda por el Día de Muertos.