Las afectadas comentaron que desde hace seis meses se reportó el tiradero, sin embargo y tras el caso omiso de autoridades, creció provocando contaminación.
La contaminación auditiva puede generar afectaciones físicas y psicológicas, por lo que en la Ciudad de México se sanciona a quien genere ruido mayor a los 65 decibeles.
El regreso paulatino a las actividades ha disparado el tráfico en principales vialidades que al menos en los primeros meses de pandemia, disminuyó de forma considerable.